lunes, 6 de julio de 2020









La noche se hace larga cuando una persona sola va hacer fotos, en el caso que os presento la frase anterior no tiene sentido, nos encontramos ante una reunión (llamémoslo así) o quedada fotográfica ,de 5 apasionados a este mundo de capturar la luz, aprendiendo de Kike brujo a iluminar, buscando una composición, en definitiva añadiendo esa luz que le falta a toda esa arquitectura escondida entre las montañas o cerros donde  la oscuridad  de la noche la hace ausente aún.
La noche comienza ya tarde, bien entradas las 00 donde Kike nos da el primer consejo, y no es más que esperar a que esta Luna tan impresionante, casi completa, al acompañarnos riegue con su luz toda la fachada principal de esta Ermita, que en su día fue construida para hacer compañía a un castillo donde ya solo quedan sus piedras, solo queda la Ermita erigida a la Virgen del Castillo, .
Nuestro devenir será iluminar con unos led de esos que construyen los de ojos rasgados, el portalón con una luz cálida y con un flash rellenar las sombras duras que deja la luz de la nuna, por último con una linterna cálida de la que todos nos enamoramos ilumninaremos el campanario y la cruz.
La experiencia es un grado, y con el saber hacer del brujo, su amigo Alberto,  y el temple de Jose luís, nos van marcando el paso a los menos duchos en la materia, pensandolo bien, solo hay un novato en la materia, porque Raquél, la cuarta en discordia tiene mucho conocimiento técnico también, un lujo verla manejar sus dos Nikon.
Estar con ellos haciendo fotos en la noche es todo un espectáculo buscando sitio ideal, en este caso el elegido es frente a la ermita,  5 trípodes, con dos Nikon, una Canon, otra Sony y mi Olympus, no se habla de cámaras, jajaja, se habla de trípodes, y de algún que otro objetivo, vaya despliegue, alguno llevó hasta tres trípodes jejeje.
 Muchas buenas fotos se hicieron a la fachada, Alberto con el flash corría de un lateral al otro de la ermita como un rayo, y no tropezó, para haberlo grabado, que siempre biene bien para videos de primera si se llega a esmorrar, en 20 segundos tendría que iluminar todo con su flash, (yo llevé uno sin pilas, estoy apañao) también hubo geles para modificar la luz, balance de blancos ajustandolo para que el azul de la luz de luna no sature la imagen.
Vamos, todo un espectáculo del cual tendré que practicar en la soledad de una noche, ya que solo me quedé con la mitad de las ideas plasmadas con un solo fin, alcanzar la perfección en una correcta exposición fotográfica que nos exigía Kike, me sorprendió ese afán de perfeccionista.

Tras realizar esta portada Ermitaña, exploramos otras composiciones y disciplinas, ya más alejados de la fachada pero siempre como fondo en la composición, dibujamos un fantasma con una sábana, buenos fantasmas salieron, por desgracia, en alguna foto, salía hasta la marca de la plancha no quedando bien difuminada, incluso un novel como yo en la materia osó meterse dentro de la sábana para intentar dibujar en la oscuridad este espectro.
Como anécdota os contaré como confundí en el suelo el disparador remoto con los restos de un cardo borriquero en la oscuridad, lo agarré con todo el ansia viva. No faltaron las risas y un ¡Me caaago ennnn ......!
No puedo decir mucho más técnicamente hablando claro, ya que lo mejor, como siempre suele ocurrir en estos casos, no es la fotografía, que por supuesto se aprende muchísimo, lo mejor es la compañía que tratandose de buena gente con una misma afición y entusiasmo es lo más grato para recordar y por supuesto, si se tercia,  para repetir.
Y como comencé la historia la termino, en este caso la noche se hizo corta, por supuesto, demasiado corta.

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