jueves, 30 de abril de 2020



En un mundo no muy lejano, mi vida transcurre en una jaula, tan solo tengo 20 meses, todos los días nos cuenta historias la Paca, una gallina como todas nosotras ya con 4 añitos, marrón y blanca, vamos del montón como casi todas pero más delgaducha desplumada la pobre, ella está unas 10 jaulas más allá, porque nos dice que ha venido del mundo exterior.

.- Una luz inmensa sale todos los días, -cuenta la Paca- y  nuestros gallos dejan su orgullo, incluso de pelear, dado la bienvenida a esa luz con su canto tan hermoso.
Todas hablamamos de los gallos, donde a lo lejos nosotras también escuchamos ese canto, solo algunas afortunadas han conseguido ir con los gallos.
Por desgracia no vemos esa luz enorme, nuestra luz entra por rectángulos con rejas y barras como si de ramas de arboles se tratase.
.-Ahí afuera se puede buscar un sitio para nuestros nidos, las gallinas se dedican a picotear, raspar el suelo, y todo en la búsqueda de donde fabricarse un nido.
 Que será eso de un nido, pienso yo.
.-Hay privacidad, más me gustaría a mi tener privacidad, .- Cada vez que pongo un huevo sale rodando y cae entre metales, menos mal que el Paco se preocupa de nosotras, nos proporciona comida, agua, de vez en cuando nos explora, e incluso recoge los huevos para ponerlos a buen recaudo, si no llega a ser por él no pongo ni uno, no se que pensar, lo mismo algún día dejo de poner huevos para ver donde se lleva a las otras gallinas que lo hacen, que majo es el bueno de Paco.

.- Cuenta la Paca que ahí fuera se pueden hacer largas caminatas, incluso desplegar alas intentando volar. Afirma que siempre hay un líder, van cambiando de líder cuando este desaparece, casi siempre en situaciones extrañas, tan extrañas que todos los días nos cuenta como desaparecían, casi siempre llevandoselo un humano, así que es mejor correr si se acerca uno y no dar mucha confianza.
.- Dice también que te puedes dar un baño de polvo ¡con eso yo alucino!, que placer tiene que ser escarbar y polvorear, y no con estos hierrajos debajo de mis patas.
.- Ahí afuera por la noche, las gallinas buscan un palo o cualquier objeto más elevado que el suelo, porque suele estar húmedo, menos en verano claro, y así puedes estirar tus alas.
.- Menudos golpes me doy yo sin querer con estos barrotes todas las noches, incluso más de una compañera se ha muerto de dolores en los huesos, de los golpes o del stress que las da a muchas por volverse locas y golpearse.
Menos mal que Paco siempre está muy atento, cuando se lastima mucho alguna se la lleva y nos trae otra compañera.
Poco a poco a la nueva la contaremos estas pequeñas historias porque otra cosa no, todas las que estamos enjauladas estamos todo el día co co ro co co ro co.
No se si hablarán tanto ahí fuera, luego pregunto a la Paca.

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