El Chatre de Calahorra parte 4.
.- ¿Estás seguro que no nos ha visto nadie? .- comenta con temor el Arquitecto a Santiago.
.- Ya te he dicho que no, no sufras, solo esos mendigos que no pintaban nada en este pueblo, además nos ha salido de perlas, no se porqué la Paca los ha delatado, pero eso ha estado y no nos ha venido que ni pal pelo,. ¡ Por fin me libro de ese canalla!
.- Como puedes hablar así de tu hermano, está muerto.
.-Toda la vida soportando su gratitud y ser buena persona con los demás, mis padres lo han tenido en palmitas, dejándome de lado, eso lo he sufrido siempre, ahora tengo que soportar también que todo el mundo quiere hablar con él ignorando mis proyectos. Yo no quería depender más de su persona, por fin voy a ser alguien importante en esta villa.
Mientras Santiago se asoma desde el tejado agazapado, la multitud vitorea y llora la muerte del Chantre, quieren tomarse la justicia por su mano y apalear al vagabundo que ha quedado vivo.
Los guardianes de la ciudad se han acercado para subir el cadáver a un carro tirado con un par de bueyes así evitan el acercamiento de las personas, también con el detenido al que han maniatado y tapando la cabeza con un saco, subiéndolo junto al cadáver del Chantre.
Por un despiste de los guardianes ya hace tiempo que se han llevado el otro cadáver, el que pertenecía a Teófilo, con este tipo de cadáveres a falta de ejecutar justicia contra el otro asesino lo descuartizarán y echarán los restos a los perros.
Una semana más tarde, la Paca regresa cruzando el puente del Ebro junto con dos de sus hijas tras testificar ante el Conde, el Obispo y demás autoridades.
Tras debatir y conocer solo un testimonio llegan a la conclusión de declarar culpables a Teófilo y Teodoro, el pueblo pide la cabeza de alguien, condenarán a Teodoro a garrote vil en el patíbulo para ahorcado, ejecutándolo ante toda la villa.
Pobres Teodoro y Teofilo, espero que se sepa la verdad y pague el verdadero culpable
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