domingo, 29 de noviembre de 2020

El Chantre de Calahorra parte 5

 

6 años después.
Las lluvias torrenciales no cesan desde hace 10 día, el río Ebro cada vez está más crecido, mucho se teme la población que se pueda producir otra riada.
El arquitecto yace en su cama, ha sufrido un terrible accidente en una casa que estaba hecha una ruina, se le ha caído una pared encima, tiene rotos varios huesos y aplastado el pecho, casi no puede respirar, aún así sus alaridos se escuchan en todo el vecindario confesando en gritos de delirio para alcanzar la salvación divina.
.- Dios mío perdonarme, yo no quise hacerlo fue Santiago, él me sedujo y me engañó, yo nunca quise matar a nadie.
Perplejos el sacerdote que se ha acercado a darle la extrema unción, el doctor y sus familiares se atreve a preguntar el sacerdote.
.- Usted esté tranquilo que Dios le abrirá sus puertas, él perdona todos los pecados terrenales. Que se sepa, usted no ha matado a nadie.
.- Si que lo he hecho, lanzamos un saco Santiago y yo al Chantre de Calahorra.
Unos se miraban a otros extrañados.
.-Está delirando -espeta su hijo Antonio, .- ese asesinato lo cometieron un par de vagabundos hace ya más de 6 años, no quiero contemplar esta farsa más- saliendo de la habitación, no sin dar un portazo a la puerta.

Antonio, recoge su montura y cabalga hacia la casa de Santiago.
.- Don Santiago, Don Santiago, lo llama voz en grito.
.-Que sucede Antonio, ¿A que viene esta urgencia?
.- Mi padre ha sufrido un accidente en la casa grande, se le ha venido encima una pared, el hombre pobre está delirando en su cuarto, no creo que le quede mucho tiempo de vida, está despotricando y confesando el asesinato del Chantre, dice haberlo hecho junto a usted.
.- No hagas caso de esas patrañas, solo son imaginaciones suyas, como se le puede ocurrir tal barbaridad. Tengo mucho que hacer, luego me acercaré por casa de su padre, gracias por venir a avisarme de su accidente, anda y ve con él.
Santiago subió a sus aposentos, y empezó a preparar un macuto, mascullando entre dientes.
.-Será canalla, mal nacido.
Preparó su caballo y salió apresurado no pudiendo emprender el galope al estar los caminos muy embarrados, cerca del puente junto al camino que existía junto al río ahora está parcialmente abnegado por el Ebro, tienen que cruzar sin ver el suelo por la crecida del agua, el caballo está asustado y no quiere cruzar por esas aguas inmensas y fuertes corrientes
 Santiago decide bajar del caballo se ata las riendas a un brazo y tira de ellas lo que quiere es intentar alcanzar el puente para cruzarlo, el animal tropieza y cae a plomo en el agua, el gran peso de la bestia no impide a la corriente arrastrar al cauce interno del río al animal junto a su dueño. Santiago no puede pedir auxilio, muere golpeado repetidamente por la fuerza de la corriente contra el suelo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario